Regeneracionismo

Se llama regeneracionismo a la heterogénea corriente ideológica que, entre los siglos XIX y XX, reflexiona sobre la nación española e intenta poner remedio a la «decadencia de España» especialmente tras el enorme impacto del «desastre del 98».[1]​ Conviene, sin embargo, diferenciarlo de la llamada «generación del 98», con la que se lo suele confundir, ya que, si bien ambos movimientos expresan el mismo juicio pesimista sobre España, los regeneracionistas lo hacen de una forma menos subjetiva y algo más documentada y práctica, mientras que la generación de 1898 lo hace en forma más literaria, subjetiva y artística. El principal representante del regeneracionismo fue el aragonés Joaquín Costa con su lema «Escuela, despensa y siete llaves al sepulcro del Cid».

Los regeneracionistas, conscientes del atraso de España respecto de otros países más desarrollados —atraso que incluso exageran—, se proponen hallar las vías para una «regeneración» nacional que arranque las raíces de los males de la patria (el mal reparto de la riqueza originado en la desamortización de Mendizábal de 1836, la falta de estabilidad a causa de las guerras carlistas civiles, el sistema político corrupto de la Restauración basado en el fraude electoral o pucherazo caciquil, el latifundismo, la miseria campesina, el atraso educativo, científico, técnico e industrial, el analfabetismo, la cuestión regional, la irrelevancia en el panorama internacional, etc.) y la sitúen al nivel de modernidad y potencia que le corresponde por su grandeza pasada.

El regeneracionismo se convirtió en un movimiento de carácter fuertemente transversal, con regeneracionistas tanto de cuño conservador como progresista, tradicionalista como republicano.[2]​ Entre la derecha fue de vocación mayoritariamente africanista.[3]​ Algunos, como Macías Picavea, defienden un regeneracionismo regionalista.[4]​ Así, el regeneracionismo influirá en movimientos de derecha (maurismo) y de extrema derecha (primorriverismo, falangismo, franquismo) y también en las izquierdas (republicanismo, socialismo).[5]

  1. De la Granja, Beramendi y Anguera, 2001, p. 51. "El regeneracionismo no fue ni una teoría política sistemática ni una ideología coherente, sino un conjunto de actitudes e ideas, a veces contradictorias entre sí, que impregnaron en las décadas siguientes los análisis y los programas propiamente políticos"
  2. Saz, 2016, p. 4.
  3. Archilés Cardona, 2016, p. 5.
  4. De la Granja, Beramendi y Anguera, 2001, p. 52.
  5. De la Granja, Beramendi y Anguera, 2001, p. 51.

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